Apnea del sueño podría elevar el riesgo de Parkinson: revela estudio
Especialistas señalan que la falta de oxígeno provocada por un sueño interrumpido puede causar deterioro cognitivo y daño en las células cerebrales.
Un problema de salud frecuente y, en muchos casos, subestimado podría aumentar de forma significativa el riesgo de desarrollar enfermedad de Parkinson. Sin embargo, una intervención sencilla y accesible parece reducir ese peligro de manera notable, según una nueva investigación publicada en JAMA Neurology.
¿Qué dicen los expertos?
Una nueva investigación publicada en JAMA Neurology destapó que la enfermedad de Parkinson, que afecta el equilibrio, la coordinación y la movilidad, impacta actualmente a alrededor de un millón de estadounidenses, y las proyecciones indican un aumento del 20% en los próximos años.
Aunque no existe una forma garantizada de prevenir este trastorno neurodegenerativo, el estudio apunta a un factor modificable que podría marcar la diferencia: la apnea obstructiva del sueño (AOS).
Un vínculo entre la respiración nocturna y la salud cerebral
La AOS ocurre cuando la respiración se detiene repetidamente durante el sueño, reduciendo los niveles de oxígeno en el organismo. Este trastorno afecta a millones de personas y suele estar asociado con el sobrepeso o con amígdalas y adenoides agrandados que bloquean las vías respiratorias.
Investigadores del noroeste del Pacífico analizaron los expedientes médicos de más de 11 millones de veteranos estadounidenses tratados entre 1999 y 2022. Los resultados revelaron que quienes padecían AOS sin tratamiento tenían un riesgo considerablemente mayor de recibir un diagnóstico de Parkinson, incluso después de descontar factores como la edad, la obesidad o la hipertensión..
“No es en absoluto una garantía de que vayas a tener Parkinson, pero aumenta significativamente las probabilidades”, explicó el coautor del estudio, el Dr. Gregory Scott, profesor adjunto de patología en la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón.
Según los especialistas, la falta de oxígeno provocada por un sueño interrumpido puede causar deterioro cognitivo y daño en las células cerebrales, lo que abre la puerta a enfermedades neurodegenerativas.
La CPAP, una herramienta que puede marcar la diferencia
La parte esperanzadora del estudio radica en que existe un tratamiento eficaz para la AOS: la máquina CPAP, un dispositivo que impulsa aire presurizado a través de una máscara para mantener abiertas las vías respiratorias durante la noche.
Los resultados mostraron que las personas con apnea del sueño no tratada tenían casi el doble de probabilidades de desarrollar Parkinson en comparación con quienes sí utilizaban CPAP.
“Si sumamos eso noche tras noche, año tras año, puede explicar por qué solucionar el problema mediante el uso de CPAP puede generar cierta resiliencia contra enfermedades neurodegenerativas”, señaló el autor principal del estudio, el Dr. Lee Neilson, neurólogo de OHSU y del VA de Portland.
El Parkinson ocurre cuando las neuronas que producen dopamina —crucial para los movimientos coordinados— se deterioran progresivamente. Aunque sus causas exactas siguen sin estar claras, se considera que intervienen factores genéticos, ambientales y relacionados con el envejecimiento.
Estudios previos ya habían mostrado que entre el 20% y el 70% de los pacientes con Parkinson también presentan AOS, lo que refuerza la conexión entre ambos trastornos.
El estudio aporta una nueva capa de evidencia sobre cómo el tratamiento temprano y constante de un trastorno común del sueño podría no solo mejorar la calidad de vida diaria, sino también proteger la salud neurológica a largo plazo.
Con información de New York Post
