El 19 de agosto de 2014 fui a tomar unas fotos al cenote que había visto durante mis caminatas en las calles donde antes estaba la fábrica de Mitza, en el poniente de esta ciudad.

Un hombre que dijo ser el vigilante me comentó que estaba prohibido acercarse al cenote pues era propiedad privada y que debía pedir permiso a la empresa.

Solicité el permiso al ingeniero Fernando Marín, Jefe del Departamento de Mantenimiento y Construcción de Productos Mitza, a quien le expliqué sobre los planes de topografiar el mencionado cenote.

Afortunadamente, autorizó la actividad y me comentó que los empleados de Seduma ya habían buceado el cenote pero nunca regresaron a informar. También dijo que la empresa deseaba hacer un parque ecológico en torno al cenote y que les serviría mucho la información que nosotros podamos aportar.

El objetivo de la empresa era crear un espacio recreativo. Al menos eso fue lo que entendí.

El 24 de agosto de 2014, Addy Loría Uc, Fátima Tec Pool, María José Gómez Cobá, Gloria Romero Ramírez, Venus Estrella Cabrera y Orlando Casares Contreras, fuimos al cenote de Mitza con el objetivo de realizar la topografía de ese cuerpo de agua. Ya estando allí cada quien se ocupó de las tareas previamente asignadas.

María José dirigió la topografía apoyada por Addy, Venus y yo. Fátima se encargó del registro fotográfico. 

El cenote estaba limpio pero fue necesario desyerbar un poco el perímetro pues no se apreciaba bien el borde. Con la simple observación visual se constatamos la presencia de algunos peces en el agua. Más tarde llegó Margarita Ventura Dzib, del Ayuntamiento de Mérida, con su esposo José Gómez Vargas.

Posteriormente vino Sergio Grosjean Abimerhi acompañado de Raúl Vázquez Aguilar, César Ruiz González, Geovany Martínez y Gabriel Delgado. César y Geovany hicieron el reconocimiento subacuático. Nos acompañó Marcos Dorantes, el vigilante por parte de la empresa Productos Mitza.

Se hizo la topografía del cenote y de la barda perimetral que lo rodea.

El cenote tiene 26 metros de diámetro con 8 de profundidad. César y Ángel que lo bucearon nos informaron que hay una galería subacuática como de 20 metros de largo.

Sólo quedó pendiente el registro preciso de la flora y la fauna que dejamos para el futuro, cuando contemos con los especialistas. A las 10:30 de la mañana dimos por concluida la labor y vinimos a mi domicilio a pasar los puntos a la computadora para obtener el plano del cenote.

Poco después de nuestras actividades en el citado cenote la empresa reparó la barda perimetral, pero las demás condiciones de este cuerpo de agua siguen iguales a como lo encontramos en el año 2014.

Así como éste, hay decenas de cenotes en el municipio de Mérida que deben atenderse para evitar su deterioro y contaminación.