El subterráneo de la Privada del Carmen
Mitos y cavernas, columna de Carlos Evia Cervantes: El subterráneo de la Privada del Carmen.
Desde el año de 1999 un grupo de estudiantes y maestros de la Facultad de Ciencias Antropológicas, que posteriormente adoptarían el nombre de Grupo Espeleológico Ajau, empezó a colaborar con el Ayuntamiento de la ciudad de Mérida para hacer el registro sistemático de las cavidades subterráneas de esta urbe. Aquí presento uno de los sitios que formó parte de ese registro.
En el fraccionamiento Privada del Carmen, en la colonia Bojórquez, hay una hondonada con dos cuevas de las cuales se sacaba polvo de piedra para fabricar cal. Al mismo tiempo sirvieron como depósito de dicho material. Para entrar a esta privada, hay que hacerlo a través de una calle que inicia en la avenida Jacinto Canek, casi en frente del centro deportivo “La Inalámbrica”.
La cavidad se encuentra en medio de las 72 viviendas que conforman la privada y ocupa una extensión de 36 metros de ancho por 45 de largo. De acuerdo con los testimonios recabados eso sucedió hace 65 años. Un poco antes del año 2001 este conjunto de cuevas se había vuelto un problema, pues allí se reunían personas en condición de calle a consumir bebidas alcohólicas y de paso, hacían sus necesidades fisiológicas lo que agravaba el problema para los vecinos.
A pesar de todo eso, un reporte de la prensa local señaló que el sitio tuvo una significativa relevancia en sus tiempos de auge de acuerdo con los detalles de su construcción hasta hoy existentes, que consisten en escalinatas, paredes de mampostería y un pozo en el centro del terreno.
En dos vistas realizadas por el Grupo Espeleológico Ajau en el año 2001 pudimos apreciar que estas cavidades ya habían sido bien atendidas por el Ayuntamiento de la ciudad de Mérida, pues para ese año ya se había instalado una cerca de malla metálica que restringía la entrada a quienes hacían mal uso de esos espacios. Afuera de la cerca había un área con arreglo de jardín.
Las cuevas estaban limpias y se proporciona mantenimiento a la hondonada principal. Sus usuarios indeseables tuvieron que replegarse a otras zonas donde pudieran continuar con su singular estilo de vivir.
En la primera fase del trabajo efectuada el 30 de agosto del citado año, nos acompañó la reportera Iris Ceballos y el fotógrafo Carlos de la Cruz, ambos de un rotativo local para tomar nota de nuestro trabajo. La segunda fase del trabajo se realizó el 20 de septiembre del mismo año, y fue para tomar los datos finales del sitio.
Los resultados alcanzados se lograron gracias a la colaboración de los miembros del Grupo Ajau y algunos invitados. Los equipos estuvieron integrados por María José Gómez, Raúl Manzanilla, Fátima Tec, Amada Rubio, Roberto Rosado, Carla Montes de Oca, Diana Rodríguez, Margarita Ventura, Esteba de Vicente Chab y Carlos Evia.