Regino Hernández, periodista respetado y admirado
Reflexiones, columna de Hortensia Rivera Baños: Regino Hernández, periodista respetado y admirado.
Evocamos al maestro de maestros del periodismo mexicano, de estos últimos 50 años. Nacido en el municipio de Cunduacán el 1 de marzo de 1894. Su vida dedicada a las letras fue fecunda y como hombre HOMBRE -así con mayúsculas-, se distinguió por su comportamiento, cuando tuvo que enfrentarse a las vicisitudes de su tiempo, a los grupos que por envidia lo atacaron. Dominó las dos especialidades diarismo y revistismo.
Quién iba a imaginarse que el muchacho tabasqueño que un día Fulgencio Palavicini, por ese entonces director de “El Universal”, le diera trabajo en el diario, designándolo como batidor de tintas, en los talleres tipográficos, fuera el inicio a su carrera brillante en el periodismo. Su excelente nota acerca de José Lucio Blanco -general mexicano, que participó en la Revolución Mexicana- fue uno de los reportajes que lo ayudó a su ascenso, hasta convertirlo en jefe de redacción. A la postre se convertiría en un personaje de leyenda. Único reportero que entrevistó a Pancho Villa en la Hacienda Canutillo en 1922. Regino Hernández se ganó la confianza del general, así viajó a Durango, donde permaneció una semana con el general Villa, en su hogar. El resultado de esos siete días de convivencia, se vio plasmado en varias entregas que publicó el diario El Universal del 8 al 22 de junio de 1922.
De esta manera pudimos ver una faceta del general Francisco Villa poco conocida, como el de hombre leal e inquebrantable, fiel a su tropa, a su raza a quienes consideraba familia.
Regino Hernández fue catapultando a peldaños más altos el periodismo gracias a sus notas revolucionarias. Sin embargo, fue expulsado del país por críticas al gobierno del general Plutarco Elías Calles. Esto no fue impedimento para que siguiera su vocación periodística. Se muda a los Ángeles California y funda el periódico “La Opinión”, único en español, y que continúa circulando en Los Ángeles. Ya de regreso a su patria, en tiempos del general Lázaro Cárdenas, fundó la revista “Hoy”, la revista “Mañana”, y, después la revista “Siempre”. Con su salud precaria, y fiel a las letras que lo acompañaron toda su vida, funda la revista “Impacto”. Falleció el 15 de noviembre de 1976.
Imposible dejar de comentar que acuden a mi mente, gratos recuerdos, pues para quienes tuvimos la honra de convivir con él, de sentarnos en su mesa, de gozar con sus charlas salpicadas de humor, sabemos que durante toda su existencia se distinguió por su generosidad del alma que es, en verdad, uno de los mejores bienes con que podemos acrecentar y dar perdurabilidad a nuestro legado. Cuantos acudieron a pedirle ayuda, un consejo, una orientación, siempre disfrutaron de su protección, su calidad humana, la tenemos presente; sus valiosas enseñanzas y su delicada sensibilidad, lo sitúan entre los seres que nacieron con el
refinamiento espiritual de un gran señor. ¡Descanse en paz, Regino Hernández Llergo!
