Vivir en Mérida, tipo selva

Bufete jurídico, columna de José Luis Ripoll Gómez: Vivir en Mérida, tipo selva.

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“La civilización es el arte de vivir en ciudades de tamaño tal que nadie conoce a todos los demás” Julyan Jaynes.

Son pocas las naciones cuya ciudad-capital se llama como el país. Ejemplos, Guatemala y México. Quizá fruto de nuestro marcado centralismo político disfrazado de constitucional federalismo mexicano.

La ciudad capital (hoy entidad federativa) de nuestro país es hermosa, cuenta con un centro histórico majestuoso, alguien la bautizó como “La ciudad de los palacios”. No obstante, es una ciudad vulnerable, con muchos inconvenientes: temblores, inundaciones, marchas y protestas, serios problemas de tráfico vehicular, contaminación ambiental, desabasto de agua, mercados insalubres, descuidados parques y jardines, delincuencia, inseguridad y demás. Es algo parecido a la selva. En esta capital, nadie dice quienes llegan y quienes se van.

Para 2020, la ciudad de Mérida no llegaba a 1 millón de habitantes. Hoy según datos conservadores se estima, somos 1,316,088 personas las que vivimos en esta ciudad blanca. El arribo de personas nacionales y extranjeras ha generado un exponencial crecimiento. Desde luego los servicios públicos municipales colapsan en virtud que no fueron planeados para tanta gente.

En ciertas zonas de Mérida se respira estructuras urbanas y comportamientos sociales a la usanza de la gran Ciudad de México. La gente no se conoce, desconfían unos de otros. Todos a la defensiva, piensan que la alteridad tomará ventaja. El interlocutor siempre avasalla. La ley de la selva o del más fuerte. Jorge Guillén refiere: “Amigos. Nadie más. El resto es selva.”

En la Mérida de hoy, muchos se comportan de esa manera. Los vecinos no se conocen, ni tienen interés en hacerlo. Nadie sabe quién vive dónde. Muchas casas y edificios tienen cámaras de vigilancia y púas tipo prisión. Empiezan a construir torres habitacionales de 15 o 20 pisos para crecer verticalmente, nuestra expansión horizontal ya comprende enorme mancha urbana. Centros comerciales aparecen de la noche a la mañana. El mundanal tráfico vehicular en avenidas y periférico dependen de horas pico estilo Ciudad de México.

Algo parecido a Ciudad de México ocurre en Mérida. La entonces ciudad tranquila es hoy: “selva moderna” urbe del siglo XXI.” Rascacielos y cuasi vecindarios o corredores habitacionales poblados de fuereños. 

¡Bienvenidos mientras respeten tradiciones e idiosincrasia del yucateco!

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