Escribir, agradecer y repensar
Bufete jurídico, columna de José Luis Ripoll Gómez: Escribir, agradecer y repensar
"La censura es el impuesto que paga el hombre a la
sociedad por ser eminente”.
Jonathan Swift.
Una mañana suena nuestro teléfono, una voz autorizada de un periódico yucateco conservador me dice que “tenían problemas de espacio”, después de escribir 49 artículos a manera de editoriales nos negaban la posibilidad de continuar. Evidentemente, no éramos afines a su “política editorial” más cercana a la derecha ultraconservadora y sus gobiernos que al compromiso con la libertad de expresión.
El coordinador del poder de la pluma, Martiniano Alcocer (QEPD), nos ofreció un espacio en el entonces rotativo milenio. (Hoy novedades de Yucatán).
Este mes de enero 2026 cumplimos 11 años de exponer al escrutinio público ideas, reflexiones y razonamientos de temas variados, desde asuntos políticos, sociológicos y filosóficos hasta temas jurídicos como refiere el nombre de nuestra columna “bufete jurídico”.
A lo largo de este recorrido editorial de más de 200 artículos, sólo en una ocasión tuvimos un desaguisado por cuestión de contenido, que fue solucionado en buen término. Soy de los que sostienen que hay más armonía y bienestar que desencuentros y maldades en este mundo. Lo que ocurre es que el mal es noticia. Pero por cada guerra y odio hay millones de eventos de amor, paz y fraternidad. El bien es mayoría, pero no se nota.
Los medios de información tradicionales (periódicos, radio y televisión) padecen el embate de las redes sociales, hoy mucha gente se informa e interactúa en los portales electrónicos, la vida se digitalizó.
Nos quedan cosas por escribir, encuentros y desencuentros son parte de la vida. Los intereses en pugna afloran por doquier en sociedades estructuradas bajo el común denominador del fetiche llamado: dinero. Los acuerdos políticos son parte del entramado social que se ventila en medios. El denostado Marx observó que la base o plataforma en la que descansa la sociedad moderna es la base económica a través de la cual se asientan las demás bases sociales.
Muchos años después otra idea marxista sigue vigente, “no es la conciencia social la que determina nuestra forma de vida, sino nuestra forma de vida determina nuestra conciencia social”, por eso las relaciones humanas son relaciones materiales. Dichas relaciones impactan nuestra forma de pensar y no al revés.
Platón no tuvo el mismo pensamiento siendo joven, maduro y anciano. Su pensamiento evolucionó. Hay lógica. Repensar es darse la oportunidad de evolucionar favorablemente. No obstinarse en un pensamiento superado, vencido sólo por la razón. El poeta español José Bergamín sostuvo: “Si yo fuera objeto sería objetivo, pero como soy sujeto, soy subjetivo”, y terminar con Terencio: “Hombre soy, nada de lo humano me es ajeno”.
Reiteramos el agradecimiento a Grupo SIPSE y a Novedades de Yucatán la oportunidad de estar en contacto con sus lectores a través de nuestros artículos. 11 años de ideas y reflexiones en las páginas del este rotativo.
