Baja la inflación anual, pero la inflación subyacente no cede
La inflación anual de México se desaceleró en octubre, en línea con las expectativas, justo un día después de que el banco central aplicara...
La inflación anual de México se desaceleró en octubre, en línea con las expectativas, justo un día después de que el banco central aplicara su undécimo recorte consecutivo de tasas de interés. Los precios al consumidor aumentaron un 3.57% en octubre con respecto al mismo mes del año anterior, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Este dato coincide con la estimación media del 3.56% de los analistas consultados por Bloomberg y es inferior al 3.76% registrado en septiembre.
La inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de los alimentos y los combustibles, se situó en el 4.28%, sin cambios respecto al mes anterior. El Banco Central de México tiene como objetivo una inflación del 3%, con un margen de error de un punto porcentual.
En su desglose, la inflación subyacente se situó en 4.28% anual, una cifra igual a la registrada en septiembre, y siendo esta la variación más alta desde abril de 2024.
En su interior, las mercancías disminuyeron, reportaron un aumento de 4.12% anual desde el 4.19 observados en septiembre, mientras que, los servicios se ubicaron en 4.44%, acelerándose con respecto al mes previo.
De acuerdo con los analistas de Grupo Base, a pesar de observar un mejor dato para este mes de octubre, la inflación subyacente no muestra señales contundentes a la baja. “Estimamos que la inflación al cierre del año será de 3.87% anual. A pesar de esto, persisten los riesgos al alza para la inflación, pues las presiones a la baja provienen principalmente de la inflación no subyacente, mientras que la inflación subyacente se mantiene por encima del 4% y no hay señales claras de que podría comenzar a desacelerarse pronto”’, añadieron los especialistas.
La inflación subyacente en México se encuentra presionada por factores estructurales y coyunturales, con la inflación de servicios siendo más difícil de bajar que la de mercancías, para la cual se espera una moderación hacia finales de 2025.
Aunque la inflación general ha mostrado una desaceleración, los analistas señalan que la inflación subyacente, que excluye precios volátiles como los de energía y alimentos, continúa mostrando rigidez y mantiene preocupaciones sobre la política monetaria, según análisis de Trading Economics, Monex y El Economista.
¿Cuáles son los factores que la afectan a la inflación subyacente?
- Inflación de servicios: Se enfrenta a presiones estructurales por exceso de demanda frente a una oferta insuficiente.
- Inflación de mercancías: Se espera que se modere hacia finales de 2025, una vez que se disipen los efectos de la depreciación del peso y los incrementos arancelarios a las importaciones.
Expectativas a corto y mediano plazo. Se proyecta que la inflación subyacente podría mantenerse en torno al 4.10% para el final del trimestre actual y alrededor del 3.00% para 2026, según modelos de Trading Economics.
Expectativas de expertos. Algunos analistas creen que la inflación general podría seguir bajando, mientras que las expectativas para 2026 siguen siendo altas, indica El Financiero.
Implicaciones para la política monetaria. La inflación subyacente es un indicador clave para el Banco de México al tomar decisiones de política monetaria, dado que no se ve afectada por factores volátiles. La rigidez de la inflación subyacente puede limitar el margen de maniobra de Banco de México para reducir las tasas de interés.
Banco de México reduce sus tasas de interés a 7.25%. El banco central, redujo el jueves los costos de endeudamiento en un cuarto de punto porcentual, hasta el 7.25%, e indicó que podría realizar otro recorte ante los débiles datos económicos que alimentan los temores de recesión.
La decisión fue dividida: el miembro de la junta directiva, Jonathan Heath, quien ha manifestado su preocupación por la persistente inflación subyacente, votó a favor de mantener la tasa.
“De cara al futuro, la Junta evaluará la posibilidad de reducir la tasa de referencia”, escribieron los responsables de la política monetaria en un comunicado que acompañaba su decisión, eliminando la referencia anterior a “ajustes adicionales” en los costos de endeudamiento. “Se tendrán en cuenta los efectos de todos los factores determinantes de la inflación”.
Gabriel Casillas, jefe de economía para América Latina de Barclays, sigue esperando que Banco de México iguale las medidas de la Reserva Federal de EU en las próximas reuniones, llevando su tasa de referencia al 7% antes de fin de año y luego al 6.50% para finales de 2026.
A pesar de la persistente inflación subyacente, los responsables de la política monetaria de Banco de México han expresado constantemente su preocupación por la reciente desaceleración económica, agravada por las amenazas de costosos aranceles a las exportaciones a Estados Unidos, con diferencia el principal socio comercial de México.
La semana pasada, el presidente estadounidense Donald Trump prorrogó una prórroga sobre los aranceles adicionales a las exportaciones que había amenazado con aplicar a los productos mexicanos, lo que avivó las esperanzas de alcanzar un acuerdo comercial bilateral más amplio. Las exportaciones de acero, automóviles y otros productos mexicanos no contemplados en el T-MEC siguen sujetas a aranceles estadounidenses.
Los datos del PIB publicados la semana pasada mostraron que la economía mexicana se contrajo un 0.2% en el tercer trimestre en comparación con el mismo período del año anterior, lo que impulsa aún más la posibilidad de un ciclo de flexibilización monetaria más prolongado para estimular la economía local.
El sector eléctrico destacó por su impacto en la inflación general, con un aumento del 17.65% respecto al mes anterior, debido a la finalización de un programa de subsidios a las tarifas eléctricas.
