Estados Unidos, la 4T y la vertiginosa transformación de México III
En la segunda anterior les compartí las brillantes reflexiones del analista Simón Levy. Hoy concluiremos con la última parte...
En la segunda anterior les compartí las brillantes reflexiones del analista Simón Levy. Hoy concluiremos con la última parte del punto V. Tiros de precisión: la estrategia de ablandamiento. Lo que viene no será un escándalo de un solo golpe. Será una campaña quirúrgica.
Estados Unidos aplicará tiros de precisión, uno tras otro, para ir debilitando las piezas clave del narco régimen de Morena. El objetivo no es solo revelar verdades, sino ablandar estratégicamente las estructuras de poder para que la presión social, la deslegitimación institucional y las fracturas internas deriven en algo mucho más profundo: el nacimiento de un movimiento ciudadano auténtico, sin cooptación partidista, que devuelva a los mexicanos la conquista del poder.
El efecto será inevitable: la colusión entre el narco y sectores de Morena será evidente, documentada y reconocida incluso en cortes estadounidenses.
Se trata de un bordado fino, un hilo fino tejido en Washington con precisión quirúrgica. No hay improvisación. Hay estrategia. Y lo que se avecina es parte de un diseño mayor de contención regional.
VI. El contraataque: lawfare y patriotismo como cortina. El régimen lo sabe. Y ya prepara su guión. Dirá que todo esto es parte de un “lawfare”, una guerra judicial impulsada por fuerzas extranjeras. Usará el discurso de soberanía, de injerencia y de “golpe blando” para tratar de blindarse.
Vendrán marchas patrióticas, discursos encendidos, llamados a la unidad nacional, movilizaciones con banderas, cantos al himno. Todo eso será una fachada para intentar tapar lo que ya no tiene forma de ocultarse.
Por eso, los mexicanos deben estar alerta. Vendrán nuevas estrategias de manipulación narrativa, fachadas mediáticas, humo blanco disfrazado de orgullo nacional. Pero detrás de cada símbolo, se esconderá una verdad jurídica. Y esa verdad, paso a paso, ya está en marcha.
La verdad está pasando. Solo que va más rápido que la memoria colectiva. Hoy, mientras algunos celebran conciertos y otros siguen esperando detenciones espectaculares, la realidad avanza con otra partitura: silenciosa, técnica, implacable. Ya hay nombres, cuentas, domicilios, videos, escuchas.
Ya no es tiempo de esperar. Es tiempo de recordar que todo lo que parecía impensable —una purga institucional desde el extranjero, con cantantes implicados, políticos señalados y jueces acorralados— está en marcha.
Mientras la gente espera el gran escándalo, este ya ocurrió. El problema es que sucedió tan rápido, que nadie lo notó. Hoy no se toca una canción. Hoy se firma una sentencia: la de un nuevo México que puede nacer, sólo si todos nosotros nos atrevemos a volverlo realidad. [email protected]