Hasta las torres más altas se caen

Aquí en México cada vez se ponen más interesantes las cosas, ya que el gobierno del señor Trump y la DEA, han encontrad...

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Aquí en México cada vez se ponen más interesantes las cosas, ya que el gobierno del señor Trump y la DEA, han encontrado, están demostrando e identificando, la colaboración y apoyo que ciertos sectores tanto del gobierno como de la iniciativa privada, le han dado a los narcos, por lo que ya pronto el gobierno de Estados Unidos va a actuar en contra de todos los que ya están siendo identificados y de los cuales ya se tiene una lista, y con ello, ahora los involucrados no tienen alternativa, y por lo que probablemente tendrán que responder  por haber colaborado con los narcos, todo ya está ubicado e identificado, empezando porque se ha dicho que el dinero que tiene esta en Panamá, Uruguay y otros lugares. 

Esto es una realidad, es el pico del iceberg y ahora los mexicanos van a tener que tragarse la píldora amarga de todas las faltas de razón y reflexión, ya que han vivido todos estos años engañados por todos los que se han vendido a estos delincuentes, pero pronto vamos a ver con mucha calma como responden las 300 gentes que ya están en las listas, desde gobernadores, presidentes municipales, hombres de negocios y otros, quienes están relacionados con el huachicol y el robo de gasolina, traído de Estados Unidos e introducido a México ilegalmente. 

Otra parte de los involucrados son los gasolineros y las gasolineras, quienes son los compradores de cientos de miles de litros de gasolina y que han vendido, comprado a un precio más bajo que el de Pemex y lo han vendido con un incremento del 50 por ciento de sus utilidades, todos los que están en asociación delictuosa ya están identificados, pero ahora lo importante es como decía el Teniente Coronel Nazar Haro, Director de la Dirección Federal de Seguridad, cuando hay una investigación así, que es un delito federal, hay que seguir el dinero, pero aquí dónde están las gentes de la Secretaria de Hacienda, ellos también son responsables por no haber detectado y parado estas cosas que son anormales. 

Ya ni modo, ya a muchos les llegó su hora y tanto a ellos como sus familias, por la ambición que los dominó, va a acabar con una imagen de naco narcos terroristas y productores de drogas y ahí está la realidad, entonces, más claro ni el agua. 

Estaremos pendientes de toda la información que sigue saliendo y una vez más tenemos que dar las gracias de que la verdad está siendo ya una realidad, para que se pueda concientizar un plan de rescate para la República Mexicana, para su Constitución y para que se defina quienes son los ciudadanos que merecen y tienen el respeto de los demás mexicanos, y así también quienes son la bola de bandidos malditos. 

De los crímenes que han cometido, las desapariciones y todo, se dice que ya son un millón 300 o 400 mil gentes que han muerto, de estos no hay respuestas, no hay soluciones y es por ello que sus familiares los detestan y quieren justicia, basta ya de tanta mi…, queremos justicia y que se tomen las medidas correctivas para acabar con  toda esta bola de desgraciados. 

Y a todas las gentes que llevamos la importante labor de investigar e informar a través de publicaciones y exposiciones, todo lo que sucede en el país, como lo son Pedro Ferriz, Brozo, Loret de Mola y muchos más, a todos los que procuramos exponer, convencer y demostrar la realidad de cada país, principalmente la de México, les enviamos un reconocimiento y un aplauso, así mismo por demostrarle al público que Estados Unidos no es un país al que puedan comprar y dominar. 

Y todos los que siguen diciendo y mintiendo, pues también ya se le va a acabar la trama de engaños y mentiras, con las que pretende seguir engañando a los mexicanos, en fin, como dice el dicho, el que la hace, la paga. Saecula, Saeculorum. Amén. 

Harfuch catea la mansión de Adán Augusto de 8.3 millones y encuentra algo que impacto a la DEA (Noticias Bélicas) 

Cuándo fue la última vez que un operativo federal en México te dejó con la boca abierta preguntándote hasta dónde llega el poder detrás del poder, imagina una mansión en Villahermosa, Tabasco, valuada en ocho millones 300 mil pesos, un lugar que respira lujo, prestigio y secretos que nadie se atrevería a susurrar, porque esto no solo es un cateo, es un terremoto que conecta a Adán Augusto López, ex secretario de Gobernación con el Cártel Jalisco Nueva Generación y su líder Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, sí, lo que parecía una investigación más, se convirtió en un hallazgo que dejó a la DEA sin palabras, toneladas de droga marcadas con el sello del CJNG, un arsenal de guerra escondido en una bodega de alta tecnología y huellas digitales que señalan al capo más buscado de México, esto no es un chisme de sobremesa, es una historia que podría cambiar como vemos el poder en nuestro país, quédate porque lo que vas a escuchar no solo te va a sorprender, te va a hacer dudar de todo lo que creías saber. Sheinbaum: “Sería pertinente que el senador pues también diera su versión para que se conozca y la gente pueda valorar”.

Era una noche cualquiera en Villahermosa, de esas donde el calor te abraza y el silencio pesa como plomo, pero en la madrugada del 18 de julio de 2025, algo rompió la calma, una mansión en una de las zonas más exclusivas de la ciudad, se iluminó de repente, no con luces de fiesta, sino con linternas tácticas que cortaban la obscuridad, Omar García Harfuch el hombre al frente de la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, lideraba un operativo que nadie esperaba, sin sirenas, sin alboroto, solo un equipo de élite moviéndose con la precisión de un reloj suizo.

Agentes de la Secretaria de la Defensa Nacional, la Marina y la Guardia Nacional, rodearon la propiedad como si estuvieran ensayando una coreografía, cámaras de seguridad de última generación, rejas altas como murallas, un sistema de vigilancia que parecía diseñado para una fortaleza, pero no era una película de espías, era la vida real y lo que encontraron dentro de esa casa iba a sacudir a México y a poner los ojos del mundo sobre Tabasco.

La mansión, registrada a nombre de una empresa fantasma vinculada a Adán Augusto López, no era cualquier propiedad, era un palacio de opulencia, pisos de mármol pulido, jardines que parecían sacados de una revista, ventanales que reflejaban el poder de quien vivía ahí, pero detrás de esa fachada algo no encajaba, meses de inteligencia federal, seguimientos sigilosos, interceptaciones telefónicas y testimonios de informantes confidenciales, llevaron a Harfuch a esa puerta, no era un capricho, no era un ajuste de cuentas político, era una operación planeada con la precisión de un cirujano, los rumores ya corrían como reguero de pólvora, Adán Augusto, el político que alguna vez fue considerado intocable, estaba en la mira por posibles lazos con el CJNG, el cártel más violento y poderoso de México, pero nadie  ni los más escépticos estaba preparado para lo que los agentes encontraron dentro, el equipo entró sin dudar, la orden de cateo firmada por un juez federal, les daba vía libre, Harfuch sabía que no había espacio para errores, cada movimiento era grabado, caso paso calculado, las cámaras de seguridad de la mansión, fueron desactivadas en segundos por técnicos expertos, el sistema de alarmas que parecía impenetrable colapso ante la destreza del equipo forense, el interior era un espectáculo, muebles de diseño italiano, pantallas gigantes que ocupaban paredes enteras, una colección de arte que valía más que la casa misma, pero los agentes no estaban ahí para admirar el lujo, su atención se clavó en un pasillo discreto, al fondo de la casa donde una pared parecía fuera de lugar, un agente con ojo entrenado notó una leve irregularidad en la textura de la pintura, un toque suave, un clic casi inaudible y la pared se deslizó como en guión de Hollywood, ahí estaba el secreto, una puerta blindada, una caja fuerte con un sistema de seguridad biométrico, sensores de movimiento, ventilación forzada, no era una bóveda común, era un búnker diseñado para proteger algo que no debía ver la luz del día, desactivar el sistema fue como caminar sobre un campo minado, los técnicos forenses trabajaron contra el reloj sabiendo que un error podría borrar evidencias o peor aún, activar un mecanismo de autodestrucción, pero lo lograron, la puerta se abrió y el silencio se apoderó del equipo, dentro encontraron algo que superaba cualquier expectativa, más de tres toneladas de droga empaquetadas con una precisión quirúrgica, cada paquete marcado con el sello distintivo del CJNG, cocaína pura, metanfetamina cristalina, fentanilo en cantidades que podían abastecer mercados enteros en México y cruzar la frontera hacia Estados Unidos, pero la droga no era lo único, junto a ella un arsenal que parecía preparado para una guerra, fusiles de asalto AK 47 y AR 15, granadas de fragmentación, chalecos antibalas con placas cerámicas, incluso un lanza cohetes portátil, todo estaba protegido por una caja fuerte que solo se abría con huellas dactilares específicas.

Y aquí viene el primer golpe que dejó a todos helados, las huellas encontradas en las armas y los paquetes de droga no eran de un operador cualquiera, eran de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, el líder de la CJNG, el hombre que la DEA lleva años persiguiendo con una recompensa de 10 millones de dólares sobre su cabeza.

La DEA recibió las pruebas de Harfuch como si les hubieran entregado un mapa del tesoro, los agentes estadounidenses analizaron las huellas táctiles en los objetos ilegales y el resultado fue tan claro como devastador, coincidían con el registro de Oseguera Cervantes en sus bases de datos, no era una suposición, no era un rumor, “El Mencho” o alguien con acceso directo a él, había tocado esas armas y esa droga, la mansión de Adán Augusto no era solo un escondite, era un nodo estratégico en la red del CJGN, un centro de operaciones disfrazado de lujo. 

Pero, cómo llegó un ex secretario de Gobernación, uno de los hombres más cercanos al poder en México, a estar vinculado con algo así, era un accidente, una trampa o la punta de un iceberg que conecta al narco con las élites políticas, las preguntas se amontonaban y las respuestas empezaban a dibujar una trama que nadie quería enfrentar. 

Adán Augusto López no es desconocido para los mexicanos, su nombre resonaba en los pasillos del poder como el de un operador implacable, un político de confianza que manejaba los hilos del gobierno, durante su tiempo como secretario de Gobernación fue visto como un pilar de la administración, un hombre que sabía mover piezas en el tablero político sin hacer ruido, pero los rumores siempre lo persiguieron como una sombra. 

En 2022 el jaqueo conocido como “Guacamaya”, que expuso documentos de la Secretaria de la Defensa Nacional, ya había levantado sospechas, los archivos filtrados señalaban que Adán Augusto había colocado a personas cercanas al CJNG en puestos clave de seguridad en Tabasco, como Hernán Bermúdez Requena, acusado de liderar una célula criminal, en ese momento las acusaciones fueron desechadas como “ataques políticos”, ruido de opositores que querían mancha su imagen, pero ahora con una bóveda llena de droga y armas en su mansión, esos rumores dejaron de ser especulaciones para convertirse en una alarma que retumbaba en todo el país. 

La investigación no nació de un día para otro, durante meses la Unidad de Inteligencia Financiera había seguido un rastro de dinero que no cuadraba, transferencias a cuentas en Panamá, Islas Caimán y Dubái, movimientos bancarios que parecían diseñados para perderse en un laberinto, empresas fantasma con nombres genéricos registradas en paraísos fiscales, recibían millones de pesos que no podían justificarse con los ingresos de un servidor público y luego estaba el testimonio que detonó todo, Simón Levy, un ex morenista que en julio de 2025, lanzó una acusación explosiva en redes sociales, según Levy, Adán Augusto había recibido 80 millones de dólares del CJNG durante precandidatura presidencial, supuestamente por facilitar operaciones de huachicol y proteger rutas del cártel. 

Levy no se quedó ahí, también lo señaló como el cerebro detrás de ataques contra Harfuch y hasta del asesinato de colaboradores de Clara Brugada, en la Ciudad de México, ¿era Levy un denunciante valiente? o ¿un oportunista con agenda propia?, nadie lo sabía con certeza, pero  las pruebas encontradas en la mansión, dieron un peso inesperado a sus palabras, el operativo no fue solo un decomiso, fue un mensaje directo al corazón del poder. 

Harfuch, un hombre que en 2020 sobrevivió a un atentado del CJNG con más de 400 disparos en la Ciudad de México, sabía lo que estaba en juego, ese ataque orquestado por el cártel, dejó claro que lo querían fuera del camino, pero también demostró que Harfuch no se doblega, desde entonces ha sido una pesadilla para el crimen organizado, liderando operativos que han golpeado donde más duele. 

En marzo de 2025 su equipo decomisó droga por valor de 149 millones de pesos y capturó a Abraham Oseguera, alias “Don Rodo”, hermano de “El Mencho”. 

En mayo desmanteló un laboratorio clandestino en Tijuana con 80 kilos de cocaína y fentanilo, y ahora con este cateo en la mansión de Adán Augusto, Harfuch estaba tocando un nervio aún más sensible, la conexión entre el narco y las élites políticas, cuando las pruebas llegaron a la DEA la reacción fue inmediata, las huellas del “Mencho” en las armas y los paquetes de droga no eran un detalle menor, eran una prueba contundente, la agencia antinarcóticos de Estados Unidos lleva años detrás de Oseguera Cervantes, considerado uno de los criminales más peligrosos del mundo. 

El CJNG, bajo su mando controla rutas clave desde la costa del Pacífico hasta Estados Unidos moviendo cocaína, metanfetamina y fentanilo a ciudades como Nueva York, Chicago, Atlanta y Los Ángeles, e incluso llegando a Canadá, Europa y el sudeste asiático. 

Encontrar sus huellas en una mansión vinculada a un ex secretario de Gobernación, no era solo un hallazgo, era una señal de alerta máxima, la DEA no solo confirmó las huellas, también analizó los documentos hallados en la bóveda, contratos falsos firmados bajo nombres codificados, transferencias bancarias a cuentas offshore, listas de inversionistas sin historial crediticio, todo apuntaba a una red financiera diseñada para lavar dinero y mover droga a gran escala. Pero lo más inquietante no era solo el contenido de la bóveda, era el nivel de protección que rodeaba la mansión, ubicada en una zona de alta seguridad en Villahermosa, la propiedad estaba vigilada por sistemas de tecnología avanzada, guardias privados y una discreción que solo alguien con conexiones profundas podía garantizar. 

¿Quién autorizó esa protección? ¿Quién sabía de la existencia de la bóveda?, las preguntas empezaban a apuntar más allá de Adán Augusto hacia un sistema que durante años pudo haber hecho la vista gorda, los documentos encontrados mencionaban reuniones con funcionarios locales, políticos de bajo perfil y hasta un diplomático extranjero que aparecía como “Contacto”. 

En una transferencia había audios gravados con mala calidad pero claros en su mensaje donde se hablaba de chequeos y cuotas, términos que en el lenguaje criminal significan revisiones de rutas y pagos por protección, esos audios ahora bajo análisis forense no eran pruebas definitivas, pero eran pistas que hacían temblar a cualquiera que las escuchara.

El impacto en México fue inmediato, Adán Augusto López no es solo un político, es un símbolo de una era política, un hombre que representó la confianza de un gobierno que prometió acabar con la corrupción, su mansión con su bóveda secreta no era solo un escondite, era una grieta en esa narrativa, las redes sociales explotaron con especulaciones, algunos hablaban de traición, otros de una cacería política, los medios tradicionales cautelosos, apenas tocaron el tema, pero los independientes se lanzaron con todo  publicando fotos de la bóveda abierta, el arsenal confiscado, los paquetes de droga apilados, el silencio de Adán Augusto fue ensordecedor, un comunicado redactado por sus abogados, breve y frio, debía esclarecer los hechos sin ofrecer detalles, ni una palabra directa, ni una aparición pública.  

En su círculo cercano se hablaba de un repliegue total, asesores corriendo para desvincular activos, abogados trabajando para proteger cuentas que ya estaban bajo la lupa de la Unidad de Inteligencia Financiera, la presión crecía y el caso amenazaba con convertirse en un expediente que no solo salpicaría a México, sino que llegaría a los radares internacionales. 

Harfuch, el hombre en el centro de esta tormenta, no es un novato en esta guerra, su historial lo respalda, detenciones de líderes del CGNJ, decomisos de laboratorios clandestinos, golpes al huachicol en estados como Coahuila y Tabasco. 

En julio de 2025, su equipo desmanteló una red de robo de combustible que operaba bajo la protección de funcionarios locales, pero este cateo era diferente, tocar la propiedad de Adán Augusto era cruzar una línea que pocos se habían atrevido a cruzar, las reacciones no tardaron, en redes algunos lo llamaron héroe, un hombre que enfrentaba a los intocables sin miedo, otros, más escépticos, lo acusaron de buscar reflectores para una futura carrera política, voces anónimas desde cuentas sin rostro, insinuaban que el operativo era un ajuste de cuentas orquestado por el gobierno federal, pero Harfuch no respondió al ruido, su silencio era su arma y las pruebas hablaban por él, fuentes cercanas a la investigación decían que ya planeaba nuevos cateos, siguiendo los nombres encontrados en los documentos de la bóveda, su lógica era implacable, si hay un vínculo, se entra, no importa si el siguiente nombre es un político o un empresario o un operador de bajo perfil. 

Dentro del gobierno el debate era un campo de batalla, algunos respaldaban a Harfuch, exigiendo que la investigación se blindara y se siguiera hasta el final, sin importar a quien tocara, otros más cautelosos pedían mesura temiendo el impacto político de exponer a una figura como Adán Augusto, tocar a un ex secretario de Gobernación no era solo un caso judicial, era una bomba que podía desestabilizar alianzas, cuestionar instituciones y abrir heridas en un sistema que prefiere el silencio, pero Harfuch no mostraba signos  de frenar, según filtraciones, ya había solicitado colaboración internacional para rastrear las cuentas en Panamá, Dubái y Hong Kong, la DEA por su parte estaba presionando para que México compartiera más información y hasta se hablaba de una posible solicitud de extradición si los nombres en los documentos apuntaban a figuras clave del CJGN

Este cateo no es solo una noticia que pasa y se olvida, es un momento que podría marcar un antes y un después en México, las pruebas encontradas en la mansión de Adán Augusto, no solo comprometen a un político, sino que exponen una red que conecta al narco con las élites del poder, los documentos, las huellas del “Mencho”, las armas, las toneladas de droga, todo apunta a una estructura que operó bajo la sombra de un apellido respetado, pero… el dilema es claro, se seguirá el hilo hasta destapar toda la trama o se frenará para proteger a los intocables. 

Si la investigación avanza, podríamos ver nombres de empresarios con negocios en Tabasco, políticos locales que firmaron contratos sospechosos, incluso funcionarios de alto nivel que aparecieron en reuniones mencionadas en los documentos, si se detiene, el mensaje será devastador, en México algunos apellidos siempre estarán por encima de la ley, no importa cuántas pruebas haya, la DEA no va a soltar este caso, las cuentas en el extranjero, las rutas financieras, las conexiones internacionales, no se quedarán en el aire, México está en el ojo del huracán y la decisión de cómo proceder es tanto política como jurídica, judicializar el caso al máximo, con detenciones, congelamiento de bienes y citaciones a testigos, podría desmantelar una red que ha operado por años bajo el radar, pero también podría desatar una tormenta política, exponer a Adán Augusto no es solo exponer a un hombre, es exponer un sistema que permitió que una mansión de 8 millones 300 mil pesos, se convirtiera en un almacén del CGJN. 

Y ahí está el riesgo, si la justicia avanza con todo, México podría ver un cambio real, un precedente donde los símbolos no valen más que las pruebas, si se contiene, será otra oportunidad perdida, otro caso que se archiva para proteger a los poderosos, pero no todo es tan sencillo, los que tienen algo que perder ya están moviendo sus piezas, en redes se filtran rumores de que el operativo fue una trampa, que las pruebas fueron plantadas, que Harfuch está jugando un juego político, columnistas cercanos al poder insinúan que el caso se desinflará por falta de pruebas sólidas, voceros anónimos hablan de presiones desde el gabinete para administrar el escándalo, pero las pruebas no mienten, 3 toneladas de droga, un arsenal militar, huellas del “Mencho”, documentos que conectan a empresas fantasma con rutas del narco, todo está registrado, grabado, analizado, la Unidad de Inteligencia Financiera ya congeló cuentas vinculadas a los documentos y la DEA está presionando para que México actúe rápido, el reloj corre y cada día que pasa sin una acción clara es un día donde la narrativa de impunidad gana terreno.

Tú, que estas escuchando esto, sabes que esta historia no es un titular que se pierde en el ruido, es un reflejo de lo que pasa cuando el narco y el poder se dan la mano, la mansión de Adán Augusto no era solo una casa, era un símbolo de como el crimen organizado ha infiltrado las esferas más altas de México, las huellas del “Mencho” no se borran, los documentos no desaparecen, las armas no se explican solas, este es el momento de decidir, ¿Queremos un país donde los apellidos pesen más que las pruebas? o ¿uno donde la justicia no tenga miedo de cruzar la línea?

Harfuch dio el primer paso, la DEA está mirando y el mundo espera, pero la última palabra la tenemos nosotros, los que no nos conformamos con historias a medias, los que queremos saber ¿Qué nombres están detrás de esos documentos? ¡Qué cuentas se esconden en el extranjero? ¿Quién permitió que una mansión se convirtiera en un almacén del narco?

Si quieres saber cómo sigue esta historia, si quieres que sigamos desentrañando los hilos de esta red, quédate con nosotros.

Comparte esta verdad con quien necesita escucharla, porque esto no termina aquí, la próxima entrega podría traer más nombres, más pruebas, más verdades que México necesita enfrentar, no es solo un cateo, es el comienzo de algo mucho más grande, nos vemos pronto porque la justicia no espera y nosotros tampoco. 

¡Alerta Roja! ¡FBI ya tiene ubicado al hijo de Obrador!  ¡A "Andy" se lo está cargando el payaso! (BROLET 🇲🇽) 

La ausencia de Andrés Manuel López Beltrán mejor conocido como Andy en el consejo nacional de Morena, no fue un simple tema personal ni un descanso vacacional, como intentaron justificar desde el oficialismo, fue un acto calculado, un intento desesperado por borrar su rostro del radar político, justo cuando su nombre empieza a sonar más fuerte.

En informes confidenciales, investigaciones internacionales y según versiones recientes, en las listas negras del gobierno de Estados Unidos, en cualquier partido serio el secretario de organización es pieza clave en un Consejo Nacional, es el responsable de la estructura, de la operación, del futuro electoral, que no haya aparecido en el encuentro más importante del año para Morena, sin aviso público, sin posicionamiento, sin explicación clara. No es un olvido, es una estrategia, y que haya sido otro impresentable, su hermano José Ramón, quien intentó justificar su ausencia diciendo que no hace falta estar ahí en persona. Lo confirma.

Andy no se esconde por descanso, sino por miedo. 

El temor es fundado. Fuentes periodísticas y de inteligencia llevan meses señalando que los hijos de López Obrador no solo son parte del círculo político, sino que también están bajo investigación por presuntas redes de corrupción, financiamiento ilícito y vínculos con estructuras opacas que podrían estar ligadas al crimen organizado.

Ya no es solo la sospecha pública, es una advertencia diplomática que ya empieza a cerrarse como cerco judicial. 

El que calla otorga y el que huye se delata, Andy López Beltrán ha optado por el bajo perfil en el momento más delicado del obradorismo, mientras otros operadores como Adán Augusto o Mario Delgado cargan con los escándalos abiertos, pero su ausencia en el consejo nacional no lo protege, lo exhibe, porque cuando se trata de responsabilidades institucionales, esconderse es un signo de debilidad y también de culpa.

En semanas recientes, diversas voces del periodismo independiente han apuntado a la existencia de una lista informal elaborada por agencias estadounidenses con nombres de políticos y empresarios mexicanos vinculados con operaciones de lavado, desvío de recursos públicos y financiamiento de campañas con dinero sucio. 

Entre ellos aparecen, según reportes de figuras como Pedro Ferriz y otros, al menos dos hijos de López Obrador, y aunque el gobierno de Estados Unidos no lo ha confirmado oficialmente, el impacto ha sido inmediato, silencio, ausencias y miedo dentro del régimen. 

Es importante recordar que Washington no necesita dar conferencias de prensa para mover las piezas, basta con filtrar, vigilar, cancelar visas, congelar activos y enviar el mensaje, sabemos quiénes son y dónde están operando.

Y si bien muchos nombres de esa lista aún no han sido revelados con claridad, las reacciones dentro del obradorismo hablan por sí solas. 

La ausencia de Andy no es casualidad, es consecuencia, el control sobre recursos financieros, contratos públicos y redes de poder en estados como Veracruz, Tabasco o Campeche han sido durante años cotos de poder operados o protegidos por los hijos de López Obrador, el caso de Andy como responsable de la organización interna de Morena lo convierte no solo en operador político, sino en administrador de las rutas de acceso al poder y a los recursos, que su nombre aparezca en investigaciones extranjeras era solo cuestión de tiempo. 

El mensaje es claro, Andy López Beltrán se está resguardando porque sabe que viene una nueva fase y esta vez el escudo de su padre ya no basta, Estados Unidos ha cambiado el tono y cuando Washington empieza a señalar, en Palacio Nacional tiemblan, porque los que se creían intocables ya están tocados. 

El consejo nacional de Morena fue un retrato de fractura, Andy ausente, Monreal ausente, Adán Augusto reapareciendo entre sombras y otros tratando de imponer orden en un partido que ya no le responde, a los ojos del público fue una reunión más, pero dentro del movimiento fue una señal inequívoca de que la estructura obradorista está colapsando y los hijos del expresidente son una carga imposible de contener. 

No mencionan a Andy, no lo defienden ni lo condenan, saben que tocar a los hijos de López Obrador es romper el pacto fundacional de la cuarta transformación, pero también saben que seguir encubriéndolos puede hundirlos con ellos, es el dilema que enfrentan.

O se convierten en los administradores de un legado podrido o rompen de una vez con el pasado, hasta ahora han preferido guardar silencio, incluso cuando la sombra de los escándalos crece. 

La ausencia de Andy tiene otro efecto, porque López Beltrán no es solo un hijo del ex presidente, es un operador político con estructura, operadores territoriales y control sobre candidaturas clave, el movimiento que prometía la regeneración nacional se está devorando a sí mismo. 

Entre operadores prófugos, senadores investigados y familiares bajo sospecha, Morena ya no es un partido político, es una organización en crisis, y algunos en lugar de actuar con firmeza,  prefieren seguir fingiendo que no pasa nada, pero la ausencia de Andy no es un error logístico, es el reflejo de un régimen que sabe que el lodo ya lo alcanzó. 

El proyecto de López Obrador no fue solo político, fue familiar, convertir a sus hijos en operadores, intermediarios, constructores de alianzas, recaudadores de lealtades.

José Ramón con su tren de vida en Houston, Andy con su control de Morena, Gonzalo con sus vínculos empresariales y estructura territorial, durante años fueron intocables, pero hoy no pueden aparecer ni en público sin levantar sospechas.  

La supuesta transformación nacional escondía una red de intereses privados, familiares y partidistas que operaban como una maquinaria de poder paralelo, hoy esa maquinaria empieza a oxidarse no por la oposición, no por los medios locales, sino por la presión internacional que esta vez apunta directamente a los herederos del poder, Estados Unidos ya lanzó la advertencia y si algo temen los López no es perder elecciones, es perder privilegios.

Andy sabe que está en la mira y por eso se esconde, porque el hijo que una vez se creyó invulnerable, hoy no puede ni presentarse en el consejo nacional de su propio partido, porque el régimen lo protegía mientras controlaba la narrativa, pero hoy ya no pueden tapar el sol con un dedo, ya no basta decir, "Fue un tema personal." 

Cuando un país entero te señala y cuando el mundo te observa, no hay vacaciones que sirvan de pretexto, el narco estado no fue una conspiración, fue una estructura construida desde el poder, y los hijos de AMLO no fueron víctimas, fueron protagonistas, que hoy empiecen a esconderse, a guardar silencio, a desaparecer de la escena. 

Es solo el principio, porque el verdadero juicio apenas comienza, y esta vez ni el rancho en Palenque, ni los abrazos, ni las mañaneras los van a salvar. 

Lo invitamos a apoyar a niños, jóvenes y adultos mayores 

La Fundación Chiara e Francesco A.C., brinda a niños y jóvenes las bases, tanto deportivas, como laborales, que necesitan para el desarrollo de sus habilidades y capacidades por medio de oficios; además de trabajar actividades de esparcimiento recreativas para los adultos mayores.

Si deseas más información y/o deseas apoyar con tu donativo (deducible de impuestos), comunícate con nosotros a los teléfonos 726 2625432 / 722 7113834 o al e-mail: [email protected] y en Facebook: “Fundación Chiara e Franceso AC”.

“Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible”. 

El crear una mejor sociedad, es obligación de todos, si todos ponemos nuestro granito de arena lograremos el cambio. 

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