¿Qué sucedió?

La cultura actual nos invita a tirar todo lo que no sirve, lo que estorba, lo que me puede incomodar, todo lo que me fue útil y ahora ya no lo es.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

“Cuando los niños dejan de ser importantes para la sociedad, esta sociedad ha perdido el derecho al futuro”. 

R. Hubberd

La cultura actual nos invita a tirar todo lo que no sirve, lo que estorba, lo que me puede incomodar, todo lo que me fue útil y ahora ya no lo es. Un ejemplo claro son los aparatos electrodomésticos, los aparatos de las nuevas tecnologías; siempre es más fácil tirarlos y comprar uno nuevo. Además, en muchos casos, ya no tienen reparación. También lo vemos en la ropa, hay marcas de tan mala calidad, que el día que se estrenan, o a las pocas usadas: se rompen. Y las ropas pasadas de moda, mejor uno se deshace de ellas. Quedan inservibles, por lo que se tiran. 

Una vez que se usa un objeto y deja de tener utilidad se tira y se renueva.  En un principio la sociedad sólo tiraba los objetos inservibles, hoy hemos ido aumentando ese úsese y tírese, vemos con que tranquilidad a las amistades cuando dejan de prestar la utilidad que se tenía en un principio se rompen.

En el trabajo, se contratan jóvenes, para los adultos arriba de 45 años cada vez es más complicado poder conseguir un trabajo nuevo. Una empresa cuando requiere de hacer despidos, en los primeros que se piensa es en los de mayor edad. Sin importar la experiencia laboral y las afectaciones a sus familias.

Lo mismo sucede con el matrimonio, podemos ver la crisis y cantidad de rupturas matrimoniales, por el simple hecho de que dejan de prestar la utilidad que antes tenían o la que se requiere en el momento. No importa el dolor, el sufrimiento de los hijos, de los mismos cónyuges; las rupturas están a la orden del día. “NO es lo que yo creía”, “Ya no siento lo mismo”, me decían jóvenes recién divorciadas. Pero si sólo duraste 10 meses. 

También hay hombres maduros que dejan a sus esposas porque se encuentran con una jovencita dispuesta a todo –claro, ella busca placer, comodidad, y sobre todo “dinero”, seguridad-. Mujeres y hombres que prefieren también buscar alguien más joven, o simplemente buscan aventuras, porque su pareja ya no da más (porque uno mismo no quiere dar más).

Así como sucede en el matrimonio, nos encontramos cada vez con un mayor número de personas con pensamiento débil, convicciones sin firmeza, asepsia de compromisos, una ética permisiva que sustituye la moral, indiferencia ante los actos realizados, viviendo el hedonismo y un narcisismo al máximo; buscando nuevas sensaciones, cada vez más excitantes; llevan a cometer las peores atrocidades que se dan en la humanidad.

Pero lo más terrible de todo, es cuando una mujer se da cuenta que está embarazada, por diversos motivos, no lo quiere y aborta. Porque ese niño no va a ser bien recibido, porque ese niño no llega cuando yo quería, porque mi novio me dejó y no responde... La lista es interminable.

 Hay muchos hombres que no responden al llamado de la paternidad, y menos si es un amorío para pasar el rato. La mujer queda embarazada y muchas veces hasta es obligada a abortar.  El dolor debe ser enorme, la decisión, las presiones y la soledad deben ser terribles. 

La desesperación debe ser garrafal. Sin embargo, siempre hay otras opciones. Hay cientos de matrimonios en filas de espera para poder adoptar un niño. No sería mejor, ¿a ese niño permitirle la vida para que alegre con su sonrisa otro hogar?, ¿permitir que alguien lo ame y este niño pueda amar?

Si lo realmente importante es la utilidad, lo que no sirve en estos momentos se tira y se cambia. Si lo importante es el placer, el no tener ataduras para poder vivir como uno desee. Un hijo, que es la joya más hermosa de una mujer, se puede tirar al basurero, al igual que el celular o la computadora inservible. La sociedad decadente de valores, ha degradado al ser humano a objeto, poniendo a todos en el mismo nivel.

Lo más leído

skeleton





skeleton