La Cuarta Transformación ha demostrado que la paz y la justicia no se imponen: se construyen con el pueblo, con honestidad y con coordinación entre los tres órdenes de gobierno. El Plan Michoacán por la Paz y la Justicia, impulsado por nuestra presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, es una muestra contundente de ese compromiso nacional por atender las causas de la violencia y devolver la tranquilidad al pueblo mexicano.

Desde Quintana Roo, respaldamos con firmeza esta estrategia integral. Porque la paz de Michoacán también es la paz de México, y los gobiernos emanados de Morena entendemos que no hay fronteras cuando se trata de transformar el país con justicia social y bienestar.

El plan federal, que articula 12 ejes de acción y más de un centenar de medidas concretas, parte de un principio esencial: la seguridad es un derecho que nace de la justicia. Este enfoque rompe con la visión del pasado que apostaba por la fuerza y el abandono social, sustituyéndola por una estrategia humanista que ataca las raíces del problema: la desigualdad, la corrupción y la exclusión.

Desde Quintana Roo reconocemos y celebramos esta visión, porque compartimos sus fundamentos. Aquí también hemos demostrado que cuando se gobierna con cercanía y se combate la corrupción desde la raíz, la violencia retrocede y la esperanza florece. La coordinación institucional, la profesionalización policial, el fortalecimiento de la seguridad ciudadana y la atención social a los más vulnerables son pilares comunes entre lo que impulsa Michoacán y lo que defendemos desde nuestro estado.

El respaldo de Quintana Roo al Plan Michoacán no es simbólico: es un acto de unidad nacional. Como movimiento, sabemos que los desafíos de un estado nos comprometen a todos. Y que la visión de la presidenta Sheinbaum es clara: no se puede hablar de paz en México si no se garantizan oportunidades, justicia y bienestar en cada rincón del país.

Por eso, desde nuestra trinchera en el Caribe mexicano, refrendamos nuestro apoyo y solidaridad con el pueblo de Michoacán y con las autoridades que encabezan este esfuerzo histórico. Este plan no sólo reconstruye instituciones: reconstruye la confianza entre la gente y su gobierno.

En la Cuarta Transformación, no hay estados aislados, hay un país que camina unido. Michoacán y Quintana Roo son parte de una misma historia: la de un México que está recuperando la paz con dignidad, con justicia y con amor al pueblo.