El maestro Kent Nagano, director de Orquesta y Coros Nacionales de España, dice que estudiar música no necesariamente te convierte en músico y yendo más allá, de todos los niños que estudian música, tal vez, el 2% se convierta realmente en músico profesional. Entonces surge la pregunta ¿Qué pasa con el otro 98%?

Si miramos a nuestro alrededor, para ver cuales son los beneficios de estudiar música, nos daremos cuenta que esto produce una disciplina extrema de concentración mental: Esto no es algo que venga automáticamente, ya que se requieren años de estudio. Así como lo vengo diciendo en este espacio por más de dos décadas.

No estudiar música para hacerse músicos, sino estudiar música para ser seres diferentes, dotados de capacidades que son sumamente necesarias para la vida y que la música las proporciona de manera intrínseca.

Una persona que toca un instrumento, es una persona que ve la vida con estética, se organiza diferente y tiene la paciencia necesaria de dedicarle a una actividad, el tiempo que sea necesario hasta ver terminada su obra. Montar cualquier composición para ejecutarla lleva tiempo, pero si se lo dedicamos, iremos viendo progresos mentales y físicos, en habilidad, destreza y virtuosismo.

Eso es alguien que hace música, así que no desechemos la idea de llevar a la práctica el tocar un instrumento. Será la mejor experiencia que se pueda tener en la vida. El hecho de tener que practicar por lo menos una hora diaria, todos los días que tenga hambre; habla ya en sí del compromiso que se adquiere para hacer sonar el instrumento. Esta disciplina difícilmente se da en otra actividad.

Mucha práctica, es la clave para lograr el éxito en la música, aunque sea solo a nivel amateur. El ir observando los logros diarios, crea una adrenalina que nos lleva a llegar hasta el final e ir por más. Aquí se trata de creer para ver y no de ver para creer.

 Si no practicas nunca verás nada terminado. Esta disciplina aprendida en la música, si se lleva a otras áreas, logrará cosas que ni siquiera se pensaban posibles. Entonces, no importa que no nos convirtamos en músicos profesionales, basta con que traslademos los hábitos aquí aprendidos a cualquier área y nos convertirá en un ser especial. Hasta la próxima semana.