Magnesio para el insomnio y la ansiedad: ¿Milagro o solo un mineral?
El exceso de magnesio puede provocar diarrea, cansancio o caídas de presión, y no debe excederse el límite de 350 mg diarios provenientes de suplementos.
En redes sociales abundan videos que promocionan al magnesio como la solución para dormir mejor, aliviar la ansiedad y mejorar la salud en general.
La realidad, según expertos y estudios científicos, es bastante más matizada: este mineral es clave para múltiples funciones del cuerpo, pero no es un remedio milagroso.
ANSIEDAD: BENEFICIOS MODESTOS, PERO PROMETEDORES
Las investigaciones sugieren que el magnesio podría ayudar a reducir la ansiedad leve o temporal, aunque no ofrece resultados claros en casos más graves.
Gregory Scott Brown, psiquiatra y profesor afiliado de la Universidad de Texas, explica que los suplementos pueden ser un “buen punto de partida” para quienes buscan opciones naturales y presentan síntomas leves. De hecho, estudios pequeños han encontrado mejoría en la ansiedad y el estrés, pero las evidencias siguen siendo limitadas y de calidad desigual.
Para personas con ansiedad severa, depresión o pensamientos suicidas, los especialistas advierten que el magnesio no debe sustituir la atención médica profesional.
SUEÑO: LA EVIDENCIA SIGUE SIENDO DÉBIL
Aunque el magnesio se asocia en redes con un mejor descanso, la ciencia aún no lo confirma de manera contundente.
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Algunos estudios muestran que ayuda a conciliar el sueño más rápido, pero no a prolongarlo.
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Revisiones recientes hallaron resultados mixtos: ciertos ensayos reportan beneficios, otros ninguno.
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Según Muhammad A. Rishi, especialista en medicina del sueño de la Universidad de Indiana, “los estudios que muestran mejoras son observacionales, lo que significa que no prueban una causa directa”.
Quienes tienen insomnio por ansiedad leve podrían notar alguna mejoría, pero no hay pruebas sólidas de que el magnesio mejore el sueño en general.
¿CUÁNTO MAGNESIO NECESITAMOS?
El consumo diario recomendado es de 310 a 360 mg para mujeres y 400 a 420 mg para hombres. Aunque la deficiencia es poco común, puede presentarse en personas con diabetes tipo 2, problemas gastrointestinales o dependencia del alcohol.
Entre las fuentes más ricas en magnesio están las verduras de hoja verde, aguacate, cacao, almendras, semillas de calabaza, cacahuates, avellanas y hasta las palomitas de maíz.
CÓMO ELEGIR UN SUPLEMENTO
No todas las presentaciones de magnesio funcionan igual.
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Citrato de magnesio: laxante.
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Óxido de magnesio: usado para migrañas, pero de baja absorción.
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Malato de magnesio: dolores musculares y fatiga.
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Glicinato de magnesio: mejor opción para la ansiedad, con menos efectos laxantes.
Los especialistas recomiendan iniciar con dosis bajas (100 mg) y aumentarlas gradualmente, siempre bajo supervisión médica. El exceso puede provocar diarrea, cansancio o caídas de presión, y no debe excederse el límite de 350 mg diarios provenientes de suplementos.
En conclusión, el magnesio es indispensable para la salud ósea, cardiovascular y metabólica. Puede ofrecer alivio en casos de ansiedad leve, pero sus beneficios sobre el sueño siguen sin estar comprobados.
Lo que sí está claro es que ningún suplemento sustituye la atención profesional. Como resume Brown:
“Sea cual sea el suplemento que tomes, tu médico siempre debe estar al tanto, porque pueden interactuar con ciertos medicamentos”.
Con información de National Geographic