El actor y comediante Roberto Gómez Bolaños, conocido como Chespirito, falleció el 28 de noviembre de 2014 a los 85 años en Cancún, Quintana Roo.

Aunque se difundió que murió por insuficiencia respiratoria, su viuda Florinda Meza reveló recientemente que el verdadero motivo fue una combinación de Parkinson avanzado y enfermedad de multiinfartos.

Deterioro neurológico progresivo

Florinda explicó que el Parkinson limitó drásticamente la movilidad de Chespirito y afectó su capacidad para hablar.

Además, los múltiples microinfartos cerebrales contribuyeron al deterioro acelerado de su sistema nervioso.

En sus últimos meses, el comediante ya no podía caminar ni comunicarse con claridad.

Enfermedad mantenida en secreto

La familia decidió no hacer público el diagnóstico durante su vida. Meza declaró que Roberto no quería que sus fans lo recordaran en un estado de debilidad.

Por ello, la información sobre sus padecimientos se reservó hasta años después de su muerte.

Un legado que trasciende la enfermedad

A pesar de los padecimientos que enfrentó en privado, Chespirito dejó un legado que ha marcado generaciones.

Sus creaciones como El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado siguen vigentes en todo el mundo.

La reciente revelación sobre su estado de salud permite reconocer también su fortaleza personal fuera de cámaras.

Últimas palabras antes de morir

Según Florinda Meza, una de las últimas frases que pronunció Chespirito fue:

"Te amo, mi vida"

Con esta expresión de amor se despidió del mundo, dejando tras de sí no solo risas, sino también una historia entrañable de afecto y dignidad.

Con información de Milenio