Alejandra Cuevas Morán presentó esta semana una denuncia formal ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contra el titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, a quien acusa de haber orquestado una persecución institucional contra tres generaciones de su familia.

El conflicto tiene su origen en la muerte de Federico Gertz Manero, hermano del fiscal, quien falleció en septiembre de 2015 a los 82 años, tras un mes de hospitalización en una clínica privada. La familia de su pareja de toda la vida, Laura Morán Servín, no tuvo acceso a él durante ese periodo. 

A pesar de que la Fiscalía capitalina archivó la denuncia por negligencia presentada por Gertz en 2016, esta fue reactivada en 2019, una vez que asumió como fiscal general en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. En octubre de 2020, Alejandra Cuevas fue detenida en Paseo de la Reforma mientras viajaba con su hijo. Fue trasladada al penal de Santa Martha Acatitla acusada de homicidio por omisión, bajo la figura legal de “garante accesoria”, un concepto que la SCJN más tarde declaró inexistente en la legislación mexicana.

La SCJN ordenó su liberación en marzo de 2022, al concluir que no existía fundamento legal para procesarla y que tampoco había justificación para imputar responsabilidad penal a Laura Morán, quien entonces tenía 94 años. Durante el proceso, la defensa de Cuevas obtuvo un amparo favorable, pero la FGR lo impugnó. 

Ante la posibilidad de interferencias indebidas en tribunales inferiores, el entonces presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, solicitó que el máximo tribunal atrajera el caso. Poco después, se filtró una conversación telefónica entre Gertz y uno de sus fiscales, en la que ambos admitían haber accedido ilegalmente a proyectos de resolución de los amparos e incluso mencionaban haber influido en “tres o cuatro ministros”, incluido Zaldívar.

El nuevo proyecto de resolución fue encargado al ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien propuso conceder un amparo liso y llano al considerar que no existía delito que perseguir.

Mientras tanto, los hijos de Alejandra Cuevas —Ana Paula, Alonso y Gonzalo— encabezaron una campaña pública para denunciar el abuso de poder. En respuesta, en agosto de 2022, Gertz presentó una denuncia contra ellos, especialmente contra Alonso, por presunta extorsión a través de medios de comunicación.

En un intento por detener la persecución, la familia entregó obras de arte que habían pertenecido a Federico Gertz, 3.5 millones de pesos de una cuenta compartida y renunció a derechos relacionados con la pensión de Laura Morán. Sin embargo, estos gestos no frenaron la ofensiva legal.

Laura Morán, madre de Alejandra y pareja de Federico durante seis décadas, enfrentó sus últimos años bajo arraigo domiciliario, en medio de un proceso penal que nunca concluyó en sentencia. Falleció el 29 de febrero de 2024, a los 97 años. 

Ante la CIDH, Alejandra Cuevas sostuvo que su detención no fue un error legal, sino una decisión deliberada impulsada desde el poder estatal. Señaló que tanto ella como su madre fueron criminalizadas en condiciones de extrema vulnerabilidad y pidió que el organismo internacional declare la responsabilidad del Estado mexicano. 

Además, solicitó medidas de reparación, garantías de no repetición y la restitución del proyecto de vida de su familia.

Con información de Infobae