Warren Buffett, mediante su firma Berkshire Hathaway, vendió toda su participación en el fabricante chino de vehículos eléctricos BYD, marcando el fin de una inversión iniciada en 2008.

El anuncio provocó que las acciones de BYD se desplomaran 3.4 %, cotizando en HK$109.70 en la Bolsa de Hong Kong.

Valor y retorno de la inversión

La inversión inicial de Berkshire fue de aproximadamente 230 millones de dólares, por un 9.89 % de la compañía, equivalente a 225 millones de acciones.

A lo largo de los años, el valor de esta participación se multiplicó más de 30 veces, alcanzando cerca de 9 mil millones de dólares en 2022.

Sin embargo, en el primer trimestre de 2025, el valor se registró como cero, lo que indica que la venta se completó antes de esa fecha.

Desaceleración de BYD y ajustes de mercado

La salida de Berkshire coincide con una desaceleración en el crecimiento de BYD, que reportó caída en ganancias por primera vez en más de tres años y una disminución en las ventas nacionales durante cuatro meses consecutivos.

Además, BYD revisó a la baja su meta anual de ventas, fijándola en 4.6 millones de vehículos, 16 % menos que el objetivo anterior.

Cambio de estrategia de inversión

Este movimiento refleja también la estrategia de Berkshire Hathaway de reducir exposición a empresas extranjeras y al sector de vehículos eléctricos.

Buffett busca diversificar sus inversiones hacia mercados más competitivos y con mayores márgenes de beneficio, adaptándose a un panorama global más desafiante.

La venta de Buffett no solo tiene un efecto financiero inmediato en la Bolsa, sino que también marca un cambio simbólico en la percepción de inversores sobre la solidez de BYD en un mercado saturado de autos eléctricos.

Con información de El Financiero, Reuters y Barron’s