El valor de las acciones de Tesla cayó más del 14% este jueves, provocando la pérdida de 150.000 millones de dólares en capitalización bursátil, después de que el presidente Donald Trump sugiriera cortar los subsidios y contratos federales de las empresas de Elon Musk, incluidas Tesla y SpaceX.

Del apoyo político al choque frontal

La tensión surgió tras un desacuerdo sobre el presupuesto federal. Musk afirmó que Trump no habría ganado las elecciones sin su ayuda, a lo que el expresidente respondió en Truth Social:

“La forma más fácil de ahorrar dinero es terminar con los subsidios y contratos gubernamentales de Elon. Siempre me sorprendió que Biden no lo hiciera”.

Esta declaración encendió las alarmas en Wall Street. Muchos inversores que apostaron por Tesla tras la elección de Trump ahora reconsideran su estrategia.

Según Bloomberg, tras las elecciones presidenciales de noviembre, los mercados añadieron más de 450.000 millones de dólares al valor de Tesla por la expectativa de menos regulación.

Robotaxis y futuro incierto

Tesla había recobrado fuerza recientemente gracias al anuncio del lanzamiento de su servicio de robotaxis en Austin, Texas.

El analista Dan Ives, de Wedbush Securities, advirtió que “si se intensifica el entorno regulatorio, eso podría retrasar el despliegue de los robotaxis en 20 o 25 ciudades el próximo año”. El temor ahora es que Trump no impulse los vehículos autónomos.

SpaceX y Starlink, también en la mira

Aunque la amenaza de Trump parece más dirigida a SpaceX, la empresa de cohetes también enfrenta riesgos. Ha recibido miles de millones en contratos con la NASA, incluyendo el desarrollo del megacohete que llevaría astronautas a la Luna.

Su subsidiaria, Starlink, se ha beneficiado de la relación entre Musk y Trump, como se vio en el reciente viaje a Medio Oriente donde Arabia Saudí aprobó el servicio satelital para aviación. No obstante, el panorama político podría alterar esa dinámica.

El jueves, Elon Musk perdió 20.000 millones de dólares en valor accionario de Tesla, confirmando que los riesgos políticos son tan reales como los financieros.

Con información de The Associated Press