Krampus, el terror de los niños

Mitos y covernas, columna de Carlos Evia Cervantes: Krampus, el terror de los niños.

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Cuando se acercan las fiestas navideñas siempre viene a la memoria la bondadosa figura de Santa Claus o San Nicolás. Sin embargo, en los países alpinos también se recuerda a Krampus, una criatura mitológica con características de un ser salvaje o diabólico. Así lo escribió Marc Silver en una prestigiada revista.

El nombre del personaje proviene de una palabra que significa “garra” y es adecuada para un demonio que, se dice, castiga a los niños que se portan mal, pues los golpea con unas varas de abedul; luego los mete en su saco y se los lleva al inframundo para comérselos.

Por todo esto, se cree que Krampus es el personaje antagónico de Santa Claus.

El relato es muy popular en las ciudades y aldeas de los países como Austria, Alemania, Francia, Italia, Liechtenstein,Mónaco, Eslovenia, Suiza y Hungría. Desde hace siglos se cuenta que Krampus salía a las calles en la noche del 5 al 6 de diciembre.

Su rostro diabólico está acentuado con cuernos prominentes, orejas puntiagudas, cabellera negra y una lengua larga y roja.

Su cuerpo está cubierto de un espeso pelaje oscuro y sus patas de cabra recuerdan a las de un fauno. En muchas representaciones, lleva una canasta en la espalda, en donde mete a los menores que captura antes de transportarlos al infierno para devorarlos. De aquí se infiere que el personaje vive en el inframundo.

La existencia de Krampus enseñaba a los niños que el mal es tan fuerte como el bien. Se dice que fue sirviente de San Nicolás, quien tenía el poder de enviar a Krampus de vuelta al infierno, comentó la etnóloga austriaca Ulrike Kammerhofer-Aggermann.

Antiguamente Europa tuvo una larga lista de demonios navideños como Krampus, muchos con raíces paganas. Entonces la Navidad se parecía bastante a las fiestas de Halloween actuales; quizá porque los agricultores tenían mucho tiempo libre y podían abandonarse a la fiesta.

El 5 de diciembre, la noche previa a la festividad de San Nicolás, la gente podía tocar las puertas para pedir comida y bebida.

Hacia el siglo XIX, los líderes religiosos habían marginado a Krampus; pero actualmente ha resurgido, enfocado más para la diversión.

Sólo el estado austriaco de Salzburgo cuenta con 180 clubs de Krampus, más de la mitad establecidos desde 1990, dice Josef Moser Jr., director del Krampus Museum, en Austria.

Los jóvenes deambulan por las calles con atuendos de Krampus, repiqueteando campanas y gritando. Muchos se embriagan, se pelean y causan disturbios, por lo que asustan a niños y adultos por igual.

El mito Krampus indica que muchas culturas europeas no solo dieron la bienvenida al amable Santa Claus, como una figura de generosidad y benevolencia para recompensar la bondad sino que también indujeron el miedo a través de su antagonista, que castigaba la maldad. 

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