Anécdotas legislativas. Entre la moral y persona robusta
Bufete juridico, columande José Luis Ripoll Gómez: Anécdotas legislativas. Entre la moral y persona robusta
“Hay tantas leyes que nadie está seguro de no ser
colgado”.
Napoleón Bonaparte
Para bien o para mal las relaciones en la vida política son reflejo de las humanas en la vida diaria. Es decir, es una manera de reflejar lo que sucede en el día a día. No hay que buscarle “tres pies al gato”. No podemos dejar de ser, lo que somos, ni ser lo que no somos.
El trabajo que se realiza en los poderes legislativos debe ser especializado. Son los encargados de crear leyes.
Después de sobrevivir dos legislaturas las anécdotas son disímbolas y diversas. En el congreso local de una entidad federativa del norte del país, un diputado estaba inquieto porque llevaba semanas de no subira tribuna y los periodistas lo empezaban a criticar fuertemente, desesperado le solicita a su coordinador autorización para hacer uso dela voz, concedida su petición, inicia su intervención leyendo lo señalado en el artículo 2 de la Constitución federal al término de la lectura, “Es cuánto”. No propuso nada ni planteó algo. En muchas ocasiones los congresos funcionan de esa manera. Hay que participar sin necesariamente proponer algo. Lo que suele importar es hacerse notar.
Una diputada “valiente” propone al pleno que se apruebe la orden al instituto de investigaciones legislativas del Congreso para presentar una iniciativa de ley de tal materia, cuando este órgano del congreso no tiene facultades de realizar tal acción. En muchas ocasiones se desconoce la Constitución política y la propia ley.
Otro diputado desconocedor del sistema jurídicopolítico sube a tribuna y critica que los diputados plurinominales no representan al pueblo, en su propio partido tenían diputados de esa condición. Su coordinador de bancada le pide ofreceren el podio disculpas. Lo hace con cara de “perdón, me equivoqué”.
Hace más de 15 años se aprobó la ley de donación de órganos y tejidos. Algunos presumían ley de “avanzada, tipo europeo”. Empero, primero no se había asignado presupuesto para echar andar un tema de salud de tal envergadura. Segundo, no se contaba con médicos trasplantólogos que realicen las operaciones médicas.Tercero, no habían quirófanos y aparatos médicos para dichas operaciones. En resumen, es mejor no tener una ley que tenerla sin condiciones para desarrollarla.
Toda iniciativa de ley o decreto debe contar con dos requisitos operativos, sine qua non (sin la cual no): 1). Suficiencia presupuestal y 2). Dictamen técnico lingüístico. El primero sirve para echar a andar dicha ley. Toda ley necesita de recursos financieros. De no contar con ellos el encargado de cumplirla generalmente el poder ejecutivo, entra en desacato. El segundo sirve para evitar imprecisiones gramaticales, ambigüedades o vaguedades. Es decir, si la ley solicita ser una persona de amplio criterio moral o ser de complexión robusta. ¿Cómo se mide el amplio criterio moral o de cuantos kilos es una persona robusta?