Salvemos una vida: La depresión no es una simple tristeza
En Salvemos una Vida, el doctor David Ojeda explicó que no todos los profesionales están capacitados para atender emociones profundas.
En el marco del 30 aniversario del programa Salvemos una Vida, se llevó a cabo una enriquecedora charla sobre salud mental con David Ojeda, médico y psicoterapeuta, quien explicó de forma clara y empática cómo identificar, comprender y tratar trastornos como la ansiedad y la depresión, principales causas del suicidio.
Durante el programa, el experto destacó la importancia de diferenciar entre psicólogos, psicoterapeutas y psiquiatras, señalando que no todos los profesionales están capacitados para tratar emociones profundas.
“Un psicólogo estudia la mente; un psicoterapeuta trata las emociones a nivel clínico; y el psiquiatra, como médico, se encarga del manejo farmacológico de trastornos mentales”, explicó.
Uno de los puntos más conmovedores fue el enfoque sobre la depresión, la cual no debe confundirse con la simple tristeza.
“La depresión es la incapacidad de ver la realidad con claridad. No se trata de querer morir, sino de dejar de sufrir”, afirmó. Asimismo, explicó que la falta de neurotransmisores como la serotonina puede desencadenar esta condición, al igual que sucede con la insulina en la diabetes.
Ojeda también abordó las diferencias entre miedo, nervios, estrés y ansiedad, aclarando que mientras el miedo y el estrés son reacciones naturales y útiles, la ansiedad es un trastorno que requiere atención profesional. “La ansiedad no siempre tiene una causa visible, pero sus efectos físicos y emocionales son reales”, advirtió.
El programa sirvió también como antesala a una importante conferencia abierta a la comunidad, que se realizará el sábado 2 de agosto a las 19:30 horas en la capilla Nuestra Señora del Santo Rosario en Santa Fe. Organizada por el Comité de Economía de la Capilla, liderado por Mayola Santiago, y con la colaboración de Araceli Cruz Bonola coordinadora de catequesis infantil, esta conferencia será gratuita para jóvenes y con una simbólica cuota de recuperación para adultos.
“La fe y la ciencia no están peleadas. Esta actividad busca brindar herramientas reales a las familias, adolescentes y niños, en una comunidad que sufre silenciosamente”, expresó Santiago.
Además, los asistentes podrán realizar un autodiagnóstico de ansiedad o depresión y aprender cómo ayudar a otros.
Salvemos una Vida reafirma así su compromiso de tender puentes entre la comunidad, la espiritualidad y la salud mental. Si tú o alguien que conoces necesita ayuda, llama al 075, disponible las 24 horas, todos los días del año. Hablar puede salvar una vida.