El director del Centro INAH-Yucatán, Víctor Arturo Martínez Rojas, reconoció que la situación de la iglesia colonial de Mopilá, del municipio de Yaxcabá —saqueada y severamente dañada a finales del pasado mes de octubre—, es un problema latente y real, cuyo proceso de atención no depende sólo del Instituto, sino de la coordinación entre otras autoridades y la comunidad.

Martínez Rojas lamentó el saqueo del templo erigido por los franciscanos en el siglo XVII, una estructura histórica ya vulnerable debido al abandono desde la destrucción de la localidad durante la Guerra de Castas, a mediados del siglo XIX.

“El lugar sagrado fue saqueado y como consecuencia se derrumbó el 100% de las paredes frontales y más de la mitad de la escalinata”, denunció en octubre el gestor cultural y cronista Leobardo Cox Tec, quien alertó además sobre el robo de piedras que daban soporte a los muros y la extracción de elementos de los arcos de acceso.

Ante esta situación, el titular del Centro INAHYucatán explicó que el Instituto debe actuar conforme a los procedimientos técnicos y legales establecidos.

“En momentos con esas características nos debemos apegar a la parte técnica del INAH. Lo que tenemos que hacer como Instituto es iniciar una valoración del inmueble para determinar las condiciones y definir qué puede hacerse”, abundó Víctor Martínez.

Enfatizó, sin embargo, que el rescate no puede ser responsabilidad exclusiva del INAH: “No es algo que en muchas ocasiones tenga que ver solo el INAH. Se requiere trabajar con los gobiernos municipales, con el gobierno estatal y, desde luego, con el federal. Son edificios que están abandonados y no tienen un recurso asignado para su atención”.

Destacó además que la activación de seguros para protección de patrimonio histórico enfrenta restricciones cuando los inmuebles no se encuentran en condiciones habitables, lo que complica aún más los procesos de intervención.
 
“Vamos a dialogar, sentar mesas de trabajo y aportar toda la experiencia técnica disponible, con el objetivo de buscar una solución conjunta que permita frenar el deterioro y salvaguardar este patrimonio histórico afectado por el saqueo y el abandono”, concluyó Martínez Rojas.

La comunidad de Yaxcabá y gestores culturales han pedido la intervención urgente de las autoridades para evitar la pérdida total del inmueble, cuya relevancia histórica se remonta a los primeros siglos de la evangelización en la Península de Yucatán.