Servidores públicos finalizan posgrado sobre niñez y adolescencia
Profesionales que se relacionan con la impartición de justicia, actualizan conocimientos sobre los procesos biopsicosociales de este sector en procesos legales
Un total de 21 servidores públicos que se relacionan con la impartición de justicia para niñas, niños y adolescentes, participaron en un programa de posgrado para actualizar sus conocimientos sobre los procesos biopsicosociales que atraviesa este sector de la población cuando participa en procesos legales, así como en las tendencias globales y cambios tecnológicos que afectan la forma de vivenciar la niñez y la adolescencia en este tiempo.
En representación de la presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE) y del Consejo de la Judicatura, Erika Torres López, la magistrada Mariana García Brito encabezó la ceremonia de entrega de títulos a los egresados de la generación 2024-2025 de la Especialidad en el Sistema Integral de Justicia Penal para Niñas, Niños y Adolescentes, en la que se brindó a estos funcionarios las herramientas de litigio y conocimientos esenciales sobre psicopatologías que se presentan en la niñez y adolescencia que, en ocasiones, se ven asociadas con el conflicto con la ley.
El objetivo es que, con esta profesionalización y formación enfocada, los servidores públicos relacionados a la impartición de justicia a este sector de la población puedan desarrollar mejor su labor basada en los derechos humanos, con apego a la ética y procurando la justicia restaurativa para estas personas.
Esta es la primera generación de profesionales en la que todos se titularon por promedio, destacando entre ellos Brisa Quijano Pat, quien obtuvo un 99.4 de calificación general. La especialidad, coordinada por la Escuela Judicial, tuvo una duración de 2 semestres, compuesta de 8 asignaturas que se dividen en
tres vertientes, Niñez y adolescencia, Conflicto con la Ley e Impartición de Justicia.
Durante el evento, realizado en el auditorio “Víctor Cervera Pacheco” del TSJE, García Brito señaló que con esta ceremonia se concluye una etapa, pero se inicia otra, la de poner en práctica todos los conocimientos adquiridos, la de reforzar nuestras decisiones con perspectiva de niñez y adolescencia, y la de seguir trabajando para que cada actuación judicial se traduzca en protección, acompañamiento y respeto a sus derechos humanos.
