Encuestas: la clave
Morena nombrará candidaturas por encuestas el 2027 y las contiendas internas ya comenzaron. Quintana Roo es un ejemplo...
Morena nombrará candidaturas por encuestas el 2027 y las contiendas internas ya comenzaron. Quintana Roo es un ejemplo significativo: quienes aspiran a la gubernatura salen a territorio, se presentan en otros municipios, firman alianzas, abren casas de gestión, entre otras acciones que tienden a posicionar la imagen personal y del partido. Lo mismo ocurre en los otros 15 estados donde se renovará gubernatura.
La dirigente del partido, Luisa María Alcalde, ha visitado medios de comunicación nacionales recientemente para establecer dicha información. Más allá de la intención de frenar especulaciones sobre “dedazos”, la idea es darle al pueblo, dice ella, el poder de elegir a sus futuros representantes.
Para tener una encuesta se necesita más de uno, aunque las decisiones de las jefaturas políticas ya se inclinen por alguien en particular. Es que la política vive de gustos y preferencias. Nada raro en eso. De todo aquello nace la necesidad de crear “corcholatas”, para subirlas a las encuestas, que abundan anticipadamente, incluso por estas fechas.
Es una buena estrategia del instituto dominante (que ganó todo en 2024 en Quintana Roo), porque lo que hace se vuelve noticia, se toma la agenda pública, se impone en los debates, sus aspirantes hablan con la gente y ganan presencia. De esa manera, ganan ellos o ellas y la marca 4T.
Mientras tanto, la oposición sigue entrampada, tratando de organizarse, de ampliar alianzas o sacando cuentas para no desaparecer. El PAN y el PRI ya no se quieren tanto y el Movimiento Ciudadano muestra fisuras por el proceso de la dirigencia estatal, que debiera cambiar hacia fin de año; es decir, dejaría el cargo José Luis Pech Várguez.
La toma de las decisiones en Morena pasará, entonces, por las encuestas en mayor proporción, y no solamente por las gestiones ante los escritorios partidistas y de gobierno, o de la valoración política sobre los aspirantes, que sí son válidas, aunque no concluyentes.
El posicionamiento de quienes aspiren no dependerá de su condición de fundadores o de su cargo actual o de que sean líderes morales o de cuán respetuosos han sido de los procesos internos, porque la gente no distingue detalles de procedimiento.
La gente, el electorado pues, responde las encuestas con lo que ve: las redes sociales y los medios, y quienes ya están en las plataformas, llevan la ventaja. Así de simple.
@msalinas21