La industria mexicana de los videojuegos podría enfrentar un obstáculo con el nuevo impuesto de 8% a los videojuegos clasificados como violentos. De acuerdo con la Asociación Mexicana de Entretenimiento Interactivo (Videojuegos MX), la medida frenaría el crecimiento y limitaría las inversiones nacionales e internacionales previstas para el sector.

El presidente de la asociación, Hugo Abel Castro, señaló que la decisión de la Secretaría de Salud se mantuvo firme pese a los estudios técnicos y académicos presentados por la industria, los cuales demostraban que no existe una relación directa entre el consumo de videojuegos y los comportamientos violentos.

El estudio presentado por la Secretaría, titulado “El efecto de los videojuegos en variables sociales, psicológicas y fisiológicas en niños y adolescentes”, el cual data de hace más de 10 años; concluye que

“la evidencia científica acerca de la temática de los videojuegos es algunas veces contradictoria. Se deben realizar mayor cantidad de estudios”.

“Llevamos estudios y análisis que han hecho otras universidades, donde no hay relación directa entre los videojuegos y la violencia; creemos que el tema más grave es que, en vez de apoyar a que las inversiones vengan a México, las estamos ahuyentando con ese impuesto, porque es un mensaje que se le manda a la industria internacional”,

comentó Abel Castro.

México se ha posicionado en los últimos años como uno de los principales mercados en América Latina, con una creciente comunidad de desarrolladores independientes y estudios nacionales; sin embargo, representantes del sector advierten que el impuesto a video juegos violentos podría desincentivar la producción local y encarecer los precios al consumidor.

Pese a la controversia, Castro reconoció que el trabajo conjunto con las Secretarías de Economía y de Relaciones Exteriores ha permitido abrir oportunidades para que pequeños estudios y desarrolladores mexicanos lleven sus videojuegos a mercados internacionales.

“Afortunadamente estamos teniendo más impacto en la industria internacional; faltan algunos temas con la Secretaría de Economía y con Relaciones Exteriores para generar una serie de incentivos de impuestos para atraer inversión y poder generar una campaña de promoción internacional”.