Una empresa busca permisos para la colocación de 90 pilotes y construir un embarcadero para embarcaciones menores al sureste de Cozumel, donde los proyectos de impacto ambiental de este tipo no se detienen. 

Se trata del Embarcadero Belem, que busca edificar una persona física en la isla de nombre Simon Bross Soriano, en un punto del frágil del ecosistema costero ubicado al sureste de dicho territorio de ultramar.

El proyecto se ubicará en una zona con actividad constante de embarcaciones particulares y turísticas, debido a la oferta de tours de buceo y snorkel, así como a la presencia de clubes de playa frecuentados por visitantes. 

De acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) consultada, en ese punto es notable el tránsito de embarcaciones, que hace necesaria infraestructura adecuada que facilite el embarque y desembarque de usuarios, ya sean particulares o turistas que arriban a la playa. 

Según los datos técnicos, estará conformado por un largo de 82.3 metros de longitud con un ancho uniforme de 4.00 metros. La estructura se soportará mediante 90 pilotes de madera de zapote o madera dura de características similares. Las pasarelas estarán construidas a base de vigas y duelas de madera dura tratada. 

No obstante, se trata de un proyecto en ecosistema costero cuyo permiso se ha solicitado en un sitio donde hace unas semanas aún estaba vigente el proyecto del Cuarto Muelle para cruceros, que finalmente fue cancelado por el proyecto federal. 

El promovente estima que no habrá impactos negativos por la construcción del Embarcadero Belem. 

“Dado que el presente criterio guarda relación con las actividades de aprovechamiento extractivo y el presente proyecto prevé la construcción de un Embarcadero Rústico, en donde no se prevé la realización de actividades aprovechamiento de especies, es motivo por el cual no se guarda relación con el mismo”, se lee en la MIA. 

El promovente no dio a conocer de manera pública el monto de inversión; sin embargo, busca una operación por 50 años.