por Jorge Sanen

Cuando el pueblo se organiza, la transformación es inevitable. Y en Quintana Roo, la transformación tiene nombre y liderazgo: Mara Lezama. Desde el inicio, la primera mujer en dirigir el estado ha demostrado que el poder del pueblo organizado es imparable. Con visión humanista y un compromiso inquebrantable, ha impulsado programas y obras que hoy consolidan a la entidad como un referente de justicia social, desarrollo económico y cuidado ambiental. 

Los hechos hablan más fuerte que cualquier calumnia. Mientras algunas voces intentan señalar sin fundamentos, la realidad es clara: Mara es la mejor gobernadora que ha tenido el estado. Su administración ha roto récords en turismo, ha recuperado la estabilidad financiera del estado y ha promovido inversiones que generan bienestar para todas y todos. Prueba de ello son diversas encuestas serias que la colocan como la gobernadora mejor evaluada del país.

La transformación no se delega, se construye. Y para los que formamos parte de la Cuarta Transformación es claro que se forma con acciones, como la edificación de domos en escuelas públicas, garantizando espacios dignos para la educación de niñas, niños y jóvenes. Se fortalece con programas sociales como Comemos Tod@s, que asegura alimentación para miles de familias que antes no tenían garantizado este derecho básico. Y se impulsa con iniciativas ambientales como Recicla por tu Futuro, demostrando que el crecimiento y la sustentabilidad pueden ir de la mano.

El desarrollo económico también ha sido un pilar. En menos de dos años, logró reducir la deuda histórica heredada de administraciones pasadas, brindando estabilidad y confianza a inversionistas nacionales e internacionales.

La certeza empresarial en el estado es innegable, además su habilidad para gestionar la llegada de megaproyectos como el Tren Maya, el Puente Nichupté, la rehabilitación de la carretera federal 307, la ampliación de la avenida Chac Mool y la primera universidad pública en Tulum, sin olvidar la atención histórica a la zona maya, abandonada por décadas.

La justicia social, la inversión histórica y la atención a quienes más lo necesitan no son promesas, son realidades. Mara Lezama gobierna con el corazón y con el respaldo de quienes creemos en un futuro más justo y próspero. Hoy, el llamado es claro: seguir construyendo el estado que soñamos. Porque la transformación no es de unos cuantos, es de todas y todos. Y en Quintana Roo, la Fuerza de la Transformación sigue siendo imparable.